CUESTIONES ULTRAPROFÉTICAS
CONTENIDO
RESUMIDO
Para
ver el Contenido General: https://magnopadecimientocontenido.blogspot.com
I. Caballo blanco: https://magnopadecimientoguerra.blogspot.com
A. Crónica de la Tercera Guerra Mundial
B. El Armagedón
C. Armas secretas develadas
por clarividentes
A. El Anticristo
B. Petrus Romanus
C. Las enfermedades
D. El hambre
D. Los Tres Días de
Oscuridad
E. La Parusía
III. El Milenio: https://magnopadecimientomilenio.blogspot.com
IV. Benjamín Solari Parravicini: https://magnopadecimientobsp.blogspot.com
A. La Biblia
B. Benjamín Solari
Parravicini
V. Videntes principales I (78): https://magnopadecimientoprincipales1.blogspot.com
Videntes principales II: https://magnopadecimientoprincipales2.blogspot.com
Videntes principales III: https://magnopadecimientoprincipales3.blogspot.com
VI.
Videntes secundarios I (244): https://magnopadecimientosecundarios1.blogspot.com
Videntes secundarios II: https://magnopadecimientosecundarios2.blogspot.com
VII.
Videntes otras alternativas I (151): https://magnopadecimientoalternativas1.blogspot.com
A. Amerindios (21)
B. Subcontinente indio
(19)
C. Musulmanes (9)
D. Judíos (4)
E. Extremo Oriente (4)
Videntes otras alternativas II: https://magnopadecimietoalternativas2.blogspot.com
F. Ortodoxos griegos (5)
G. Ortodoxos rusos (28)
H. Profecías marianas
(34)
Videntes otras alternativas III: https://magnopadecimientoalternativas3.blogspot.com
I. Galicanos (38)
VIII. Cumplimiento inminente de profecías apocalípticas: https://magnopadecimientocumplimiento.blogspot.com
A. Migrantes
B. Corea
C.
La naturaleza atormentada
D.
El colapso económico
E. El grande de California
F. El asesinato de Trump
G. La señal
H. Medio Oriente
I. La anarquía en EE.UU.
J. Conflicto en los Balcanes
K. La destrucción de Nueva York
VII. Cuestiones ultraproféticas: https://magnopadecimientocuestiones.blogspot.com
A. La clarividencia
B. De la era capitalista a la era apocalíptica
C. En el espíritu de El Capital de Marx
D. Las peculariedades de la economía de los
Estados Unidos
A. LA CLARIVIDENCIA
1. La posibilidad de la clarividencia
Wikipedia y otros portales científicos niegan de plano la
posibilidad de la clarividencia. Ésta sería “una hipotética capacidad de
percepción extrasensorial que permitiría a algunas personas recibir o adquirir
información de acontecimientos futuros. Ciertamente, no existe ninguna
evidencia científica de que tal capacidad exista, sólo existen testimonios de
personas que se adjudican a sí mismas esta capacidad. Los actos de
clarividencia declarados contradicen abiertamente a las leyes físicas para una
percepción basada en medios físicos conocidos”.
Esta aseveración de la ciencia experimental es sustentada
filosóficamente por el empirismo inglés, cuyos máximos exponentes fueron Thomas
Hobbes (1588-1679), John Locke (1632-1704), George Berkeley (1685-1753) y David
Hume (1711-1679). Esta doctrina filosófica considera que el contacto de los
sentidos de percepción con las cosas es la única fuente válida del conocimiento
al capturar las formas con que las cosas impresionan, siendo las impresiones el
material que es transmitido hasta los centros superiores donde se forman las
ideas generales o conceptos. El objeto del conocimiento son las ideas y su
origen está en los sentidos. Lo que podemos actualmente constatar es que tanta
gente durante tanto tiempo haya sido embelesada por el tan poco humanista y
metafísico empirismo inglés, que ha moldeado nuestra cultura, aceptando
ciegamente la aseveración del distinguido filósofo y matemático inglés, Bertrand Russell (1872-1970), quien redujo
nuestra capacidad para conocer solo a,
“lo que la ciencia puede decirnos”.
Sin embargo, tanto la ciencia como el empirismo están
equivocados respecto, entre otros temas, a la clarividencia, ya que ésta está
fuera del alcance de la primera y la epistemología del segundo no considera que
el intelecto humano es tanto racional como abstracto (ver: http://unihum5.blogspot.com). Primero,
el ser humano puede obtener nuevo conocimiento relacionando ideas en juicios y
relacionando estas proposiciones para llegar a conclusiones lógicas que no
están implícitas en sus premisas o juicios. Segundo, él puede tener un
conocimiento más abstracto y trascendental cuando relaciona ontológicamente
contenidos de conciencia o ideas cada vez más abstractas y universales. También
él puede, no inducir, sino que deducir leyes de la naturaleza que allí operan y
que resultan de las relaciones causales observadas o experimentadas cuando son
ontologizadas.
En el caso de la clarividencia, que se encuentra mucho
más allá de las posibilidades experimentales de la ciencia, el punto crucial
que nos ocupa es que desde el punto de vista de la metafísica podemos afirmar
que el universo material de materia y energía, causa y efecto, proceso y cambio
es solo una parte de la realidad. En este universo la materia es condensación
de energía en dos instancias, como masa y como carga eléctrica, sus partes
interactúan entre sí mediante la energía y, al interactuar, generan, en contra de la opinión de Einstein que supone que
son anteriores al universo, el
tiempo y el espacio, los cuales se comprenden como duración y extensión de los
procesos. Por consiguiente, el universo material, donde existimos mientras
vivimos, es posterior y menor que la realidad total, que es de energía. En la
realidad de la energía, que algunos llaman ‘lo espiritual’, no hay ni tiempo,
espacio, causalidad ni proceso, y un
clarividente que consiga de alguna manera trascender su limitado universo
material de tiempo podrá “ver” el futuro. Así, solo algunos humanos poseen el
don de clarividencia que permite transcender el espacio-tiempo que nos mantiene
recluidos en lo material, superar el presente y hablarnos del futuro. Muchos
otros dicen tenerlo, pero engañan.
Existirían tres instancias distintas para conocer el
futuro y que están plenamente documentadas en el Internet. Ésta herramienta de
las comunicaciones electrónicas ha logrado traspasar la barrera editorialista
de la prensa que impedía publicar asuntos que no tuviera mercado seguro, aunque
alguno estuviera interesado pero la editorial no lograba informarlo. Por el
contrario, en el Internet uno encuentra toneladas de basura que no ha podido
ser filtrada por una principal función de toda editorial, simplemente porque no
existe allí orden ni protocolo alguno. Ahora bien, como organismos biológicos
que somos, llegamos no obstante a desarrollar una conciencia profunda o
espíritu que nos permite transcender el universo material. Así, algunos humanos
cuando están vivos tendrían al menos tres maneras de conocer la realidad futura
desde la realidad de la energía.
1.
La experiencia cercana a la muerte (ECM) sería el caso de Sarah Hoffman. Según
ella, tuvo visiones del futuro después de haberse quitado la vida por suicidio
frustrado y antes de haber sido revivida.
2.
La experiencia fuera del cuerpo (EFC) en viajes al futuro sería los casos de
Alois Irlmaier y la mujer de Valdres.
3.
Por último, estaría la manera del contacto mediúnico con espíritus de muertos.
Tal serían los casos de Arthur Conan Doyle y de Benjamín Solari Parravicini.
Como se verá más adelante, los relatos del vidente son
visiones desde una cierta perspectiva de algún acontecimiento particular, son
no obstante mezclas de lo revelado con su propia fantasía particular,
prejuicios, conocimientos y cultura, puesto que le sería muy difícil suprimir
su imaginación e intelecto, y también desde algún lugar del espacio; asimismo,
en casos, el vidente puede haber sido influido por profecías relacionadas que
ha conocido. Posteriormente, dependerá de cada lector su propia mirada crítica
para aceptar aquello que le parece más verdadero de lo que aquél predijo. Al
parecer, el trance parapsicológico por el que pasa el vidente es algo confuso,
intentando describir cosas de las cuales no tiene experiencia. Muchos videntes
tienen la tentación de predecir hechos que no le han sido revelados o
tergiversar lo visto para adaptarlo a su propia idea de las cosas.
Lo más importante de ser destacado es que existe una
total coincidencia, concordancia y coherencia sobre el futuro inminente que nos
espera por parte de alrededor de más de un centenar de relatos que se exponen.
Cada clarividente describe el futuro desde su propia perspectiva, como dando
una pincelada particular. El conjunto de profecías componen un cuadro tan
coherente de lo que acontecerá próximamente como desgarrador. Lo interesante es
que tantos videntes hayan dejado sus videncias sobre un marcado periodo de la
historia humana. Sin duda alguna, este periodo será una época crucial y debemos
estar muy atentos a ella.
2. La posibilidad de determinar la
fecha
Una fecha definida no puede ser predicha. La fecha exacta
de los dos acontecimientos que se profetizan para el futuro próximo, que son la
Tercera guerra mundial y los Tres días de oscuridad, es imposible determinarla.
Incluso en Mateo 24, 36 se dice taxativamente, “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni
los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el
Padre”. Por otra
parte, a lo largo de la historia se ha pretendido confirmar una fecha definida
para la Parusía o el fin del mundo. Por ejemplo, es sabido que en Europa se creyó que el 1 de
enero de 1000 sucedería el fin del mundo al cumplirse los mil años del
nacimiento de Jesucristo. Varios clérigos cristianos habían predicho el fin del
mundo para dicha esta fecha, incluyendo el papa Silvestre II (945-1003) y en toda Europa se
produjeron disturbios. En la
Época Contemporánea, los milleristas anunciaron la Segunda Venida en primera
instancia para el año 1843, y finalmente para el el 22 de octubre de 1844. Al no cumplirse la Segunda
venida de Cristo anunciada, William Miller, su líder, dicho evento pasó a ser conocido como el
Gran Chasco, el cual dio origen a varios grupos apocalípticos como los
adventistas del séptimo día y los testigos de Jehová. En fecha reciente, este acontecimiento y fin
del mundo ha sido anunciado vanamente para los años 2000, 2001 y 2012 y nada de lo
anunciado ocurrió, ni tampoco lo supuestamente anunciado en el calendario maya
para el 23 de diciembre de 2012.
Sin embargo, como en el cuento de Pedrito y el lobo, no
se puede estar señalando todo el tiempo un año preciso, sino el año sería solo
una aproximación. Por otra parte, circula profusamente en Internet una profecía
que se imputa a Edgar Cayce, considerado en EE.UU. un famoso vidente, profecía
que no he podido corroborar leyendo a Cayce, el pronosticar que el 44º
presidente (Barack Obama) pulsaría el botón rojo. Puesto que muchos videntes
han profetizado que el comienzo de la Tercera guerra mundial será en el mes de
julio lo que, a estas alturas, el año del comienzo de la guerra sería el 2016,
año que no podemos sin embargo excluir. Podemos suponer que esta profecía es
falsa y fue un engaño subido probablemente al Internet durante las elecciones
presidenciales de EE.UU. por su oposición electoral.
a. Mes
Aunque solo Nostradamus, en su cuarteta 9:83, dice que
los Tres días de oscuridad el día veinte de Tauro (11 de mayo), y otros que
será en una noche fría, existiría mayor evidencia respecto al comienzo de la
Tercera Guerra Mundial, que supuestamente sería a finales de julio, según ha
sido predicho por los siguientes clarividentes:
Alois
Irlmaier (1854-1959)
“Un año
lluvioso, con buena cosecha, que lamentablemente se perderá por la guerra. “
Una profecía de 1622
"El
mes de junio traerá el comienzo de los problemas, pero no será sin embargo la
verdadera guerra. En el mes de julio, la movilización general, se iniciará. En
agosto, todas las personas involucradas comenzarán a sentir los efectos. En
septiembre, ocurrirá la matanza más grande que la humanidad haya experimentado.
Entre octubre y diciembre, habrá milagros."
Testamento de un Papa huyendo (1701)
La guerra comenzará cuando el maíz aún esté
magro, pero alcanzando su punto más alto, cuando los cerezos florezcan por
segunda vez.
Profecía de Wismar (1761)
La gran lucha se iniciará cuando las
mazorcas de maíz se inclinen de maduras. Llegará a su punto culminante cuando
los cerezos florezcan por tercera vez, y terminará cuando la sombra del sol se
deslice hacia abajo.
Wessel Dietrich Eilert / Old Jasper (1764-1833)
En
el año, cuando comience la guerra, habrá una hermosa primavera de tal manera
que en abril las vacas ya está en plena hierba. Uno todavía será capaz de cosechar el grano,
pero no la avena.
Otra versión del árbol de abedul
"En
el año en que comience la guerra, será posible cosechar el maíz, pero no el
trigo.”
Petite Marie des Terreaux (1773-1843)
El
año que precederá al gran acontecimiento será muy malo; al contrario, el año que
tenga lugar, ofrecerá una magnífica cosecha, mas no quedará bastante tiempo
para que se consuma en abundancia. Cuando esté próximo el gran suceso
aparecerán en el cielo fenómenos extraordinarios.
Anónimo (1872)
No
habrá una primavera temprana y hermosa en el año en que se iniciará la guerra.
Las vacas caminarán a través de opulenta hierba en los prados en abril. El
trigo podrá ser cosechado, pero la avena ya no.
Anton
Johansson (1858-1909), Suecia (1907)
“La Tercera Guerra Mundial estallará
a finales de julio, principios de agosto. No sé el año.”
Nicolaas
Pieter Johannes “Siener” van Rensburg (1862-1926)
El avasallamiento de la guerra
comienza en Europa en torno a abril o mayo
tan pronto como se afianza el deshielo, es decir, cuando no haya más
hielo y nieve.
Benjamín Solari
Parravicini (1898-1974) (1938)
¡Principio
del fin! Será muerto el hombre orquesta de Norteamérica.
Obispo Mormón John Hyrum Koyle
(1864-1949)
El
presidente de EE.UU. morirá en el cargo sólo un tiempo después de que la mina
entre en funcionamiento. Será antes de que comience la guerra.
La
súbita quiebra bursátil tendrá lugar en un fin de semana en el que el día
festivo caiga en un lunes.
Alois
Irlmaier (1854-1959)
De pronto ocurre, una nueva guerra en
el Medio Oriente repentinamente se enciende. Grandes fuerzas Navales enfrentan
hostilidad en el Mediterráneo. La situación es tensa, pero el estallido será en
los Balcanes.
Un año
lluvioso, con buena cosecha, que lamentablemente se perderá por la guerra.
La Tercera Gran Guerra se iniciará en
una noche lluviosa, poco antes de la cosecha, cuando el maíz esté maduro. La
guerra comenzará después del asesinato de un político eminente en
Checoslovaquia o Yugoslavia. Vendrá cuando se asesinen a tres hombres de alto
rango.
El año antes de la guerra será
fructífero con mucha fruta y granos. Después del asesinato del tercero empezará
de inmediato.
Una
hermana de la Orden Reina Brígida, Roma (publicado en 1970)
La Tercera Guerra Mundial comenzará
unos días después del asesinato de un líder en el sector de Yugoslavia-Hungría.
Erna
Stieglitz (1894-1975) (1970)
Si
las regiones de petróleo (Irak, Arabia Saudita, el Golfo Pérsico) están ya
firmemente en manos de los rusos, se producirá probablemente en verano, en el
mes de julio, la invasión rusa en partes del sur y flancos norte: contra
Turquía, Grecia, Yugoslavia y Escandinavia. Después de la rápida ocupación de
todas las bases militares en los países escandinavos, sigue un segundo ataque
contra Turquía. A finales de julio cuñas de ataque soviético avanzarán
rápidamente en contra de Europa occidental.
Duke Puntalangit (2010)
La
guerra contra Arabia Saudita estallará plenamente entre marzo y abril.
Un ataque nuclear en (Nueva York) tendrá lugar
trece días después de la escalada de la guerra en Medio Oriente. Ocurrirá entre
los meses de abril y mayo. Desde el día de los problemas de Israel, la gran
ciudad tendrá trece días: tres días para pensar y decidir, nueve días para
rezar la novena, y un día para huir, entonces finalmente sucumbirá, aplastada
por el viento, quemada por el fuego, aniquilada por el aire. Y desde ese
horrible día, serán trece semanas cuando suceda la tercera conflagración que
deberá envolver al mundo entero.
Antes
de la Tercera Guerra Mundial una gran guerra se producirá entre Corea del Norte
y Corea del Sur. Esta guerra durará dos meses y medio.
La
conflagración en el Medio Oriente será encendida cuando Rusia envíe finalmente
sus tropas a la región. En cuestión de días, Israel quedará aislado y en dos
semanas serán destruidas ciudades en Estados Unidos, en tres la economía
mundial se derrumbará, en otras doce semanas todo el mundo estará en la guerra.
Desde el momento en que Jerusalén quede rodeado, Estados Unidos tendrá sólo
doce días, ya que a los trece días comenzará su destrucción. Después de esto,
el mundo tendrá sólo 12 semanas, ya que a la decimotercera semana se producirá
el holocausto nuclear, cuando los más poderosos del mundo luchen entre sí con
todo lo que tienen.
El
Papa intervendrá e irá a Rusia.
La
economía de EE.UU. se hundirá en mayo y luego se comprimirá en junio. En
octubre la violencia estallará dentro
La
Tercera Guerra Mundial se producirá después de trece semanas a partir del
momento en que la crisis de Medio Oriente se convierta en una guerra abierta.
La
Tercera Guerra Mundial estallará en el plazo de dos meses cuando ocurran los
siguientes eventos: el Papa irá Rusia; Israel será acusado de y/o involucrado
en un asesinato de un importante personaje. Rusia sufrirá una zozobra interna.
b. Año
El año del inicio de la Tercera Guerra Mundial puede ser
inferido a partir de la guerra de Siria, según las siguientes profecías.
Buda
o Siddharta Gautama (563-483 a. C.)
Una vez que el budismo pase por el año de la serpiente grande (2012), la gente se arrastrará en lugar de caminar, en el año de la pequeña serpiente (2013), las orillas del río se derrumbarán y la tierra se sumergirá bajo el mar. En el año del pollo (2017) la tierra estará oscura durante 7 días y 7 noches y se dirigirá al desastre.
Una vez que el budismo pase por el año de la serpiente grande (2012), la gente se arrastrará en lugar de caminar, en el año de la pequeña serpiente (2013), las orillas del río se derrumbarán y la tierra se sumergirá bajo el mar. En el año del pollo (2017) la tierra estará oscura durante 7 días y 7 noches y se dirigirá al desastre.
Judah Ben Samuel (Siglo XII)
El
año 2017 significaría el comienzo del tiempo mesiánico final.
La madre Shipton (Úrsula Southeil) (1488-1561)
“Ay, ay, La guerra
vendrá de donde mora el turco y el pagano que en feroz riña se enfrascarán
buscando como aniquilar sus vidas. Cuando el norte divida al sur y en las
fauces del león el águila anide, entonces el impuesto, la sangre y la guerra
vendrá a cada humilde hogar”.
Gaón
de Vilna (1720-1797)
"Cuando
escuches que los rusos han capturado la ciudad de Crimea, deberás saber que los
tiempos del Mesías ya han empezado, que sus medidas están siendo escuchadas. Y
cuando oigas que los rusos han llegado a la ciudad de Constantinopla
(Estambul), deberás ponerte tu ropa de Sabbat y no te las quite, porque
significa que el Mesías ha de venir en cualquier momento".
Muehlhiasl de Apoig / Matthias Lang
/ Stormberger (1753-1820)
“Una gran
guerra vendrá, y una pequeña (Siria) la comienza...”
Anton
Johansson (1858-1909), Suecia (1907)
Persia y Turquía serán conquistados
por lo que parecen ser tropas rusas.
Israel Meir Kagan, conocido como el
Jafetz Jaim (1910)
§
He recibido del Espíritu Santo que estamos al borde de una guerra horrible, que
terminará en 1945 (תש"ה), pero después de eso, vendrá 10 sabáticos para
preparar al Mesías, y "al final de los 10 años sabáticos que finalizará en
el año 2015 (תשע"ה), vendrá una tercera guerra, mayor que el resto, por lo
que la segunda guerra mundial parecerá como un juego de niños, y luego vendrá
el Mesías.
Seher Adam / Hermano Adam (1949)
“La
guerra estallará en el sureste, pero esto es sólo una artimaña. Así, la
resistencia va a ser engañada; Rusia preparó durante mucho tiempo su plan de
ataque.
La
mujer de Valdres, Etnedal en Noruega (1968)
“Entonces, de repente, Jesús vendrá
y la Tercera Guerra Mundial estallará. Vi que será una guerra corta. Todo lo
que he visto antes de la guerra es un juego de niños comparado con esta guerra
que comienza primero como un pequeño conflicto que no se detiene, pero crece y
se extiende hasta desarrollarse en una gran guerra.”
La profecía del “REY DEL MUNDO” (1890)
“Dentro
de cincuenta años (después de la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945) no habrá
más que tres grandes reinos nuevos (EE.UU., URSS, UE) que vivirán felices
durante setenta y un años”.
Nicolaas
Pieter Johannes “Siener” van Rensburg (1862-1926)
“La
segunda venida del Señor será un año jubilar” (en el sentido de jubileo o año
santo). En Israel el 2017 será un
año jubilar para celebrar los cincuenta años desde la Guerra de los 6 días.
Nostradamus (1503-1566)
(1555)
La
cuarteta C.4: 67 profetiza que la guerra coincidirá con una
conjunción de Saturno y Marte. En julio de 2016 se producirá una de estas
conjunciones (ver: http://www.astronoo.com/es/articulos/posiciones-de-los-planetas.html).
Melanie Calvat – La Salette
(1831-1940)
"Pero
esta paz no durará por mucho tiempo (el fin de la Guerra Fría fue en 1991)
;
veinticinco años de abundancia serán casi olvidadas y los pecados de los hombres serán la causa
de todo el castigo que volverá a ser dado a la Tierra.
3. Conclusión
Desde siglos antes de Cristo hasta la actualidad y de
casi todos los lugares del mundo los escritos de más de doscientos
clarividentes recopilados en esta investigación tienen varios elementos en
común. Concentran sus profecías para una fecha muy próxima. Guardan una
absoluta concordancia y coincidencia. Se refieren a la situación apocalíptica
que mezcla lo espiritual y lo material de dos grandes eventos, que son la
Tercera Guerra Mundial y/o los Tres Días de Oscuridad que terminará esta
guerra, y ambos sucesos preludiarán nada menos que la Segunda Venida del Señor
y su reinado de mil años. Difieren en que sus videncias tienen la perspectiva
de los lugares donde cada uno vivió y conoció, de modo que a un solo lienzo
cada una de ellas proporciona pinceladas particulares. Así, esta investigación
tiene el mérito de entregarnos un panorama muy colorido y hasta en partes muy
detallado, como si se estuviera relatando la historia pero, no con sus verbos
en tiempo pretérito, sino en tiempo futuro. No obstante, el panorama descrito
no es de modo alguno completo, ya que faltan regiones completas del mundo, como
casi toda África o muy poco de Asia Sudoriental, lo que no significa que allí
nada ocurrirá.
Lo medular de las profecías anotadas es que muy pronto
experimentaremos los acontecimientos más portentosos y tremendos que la humanidad
haya podido sobrellevar jamás. En muy
poco tiempo más cambiará nuestro rutinario orden y nos veremos forzados a
adaptarnos a situaciones desconocidas. Nuestra apacible y aparentemente segura
existencia se verá de pronto arrojada a realidades pavorosas, del tipo al que
un acomodado burgués judío alemán tuvo que afrontar cuando fue detenido y
conducido a un campo de concentración nazi. Todos nuestros atesorados
conocimientos, redes, valores, criterios, conceptos, perspectivas, prejuicios,
proyectos, rutina, modo de vida, status social se verán de pronto sin sustento
y sujetos a una feroz transformación de todo. Por tanto, el objeto de esta
investigación no es aterrorizarte, sino ponerte sobre aviso y prevenirte
anticipadamente para que te prepares y, aunque te cueste, adquirir la lucidez
de reaccionar apropiadamente.
Como señaló Arthur Conan Doyle (1859-1930), "la destrucción general y dislocación absoluta de la
vida civilizada estarán más allá de lo imaginable”. En efecto, será el término
de la era capitalista, que comenzó a fines del siglo XVIII con la Revolución
industrial, y que se caracteriza en el uso extensivo de la energía que
proporcionan los combustibles fósiles y en la acumulación y concentración del
capital. Esta era se acabará sin que la tecnología haya podido desarrollar un
sustituto energético económico y masivo, pero nos transportó en estos dos
siglos a la sobrepoblación mundial, la urbanización, la explotación del trabajo
y la naturaleza, la industrialización y consumismo, el progresismo y la
creencia que se puede recrear el paraíso terrenal. Asimismo, el citado Conan
Doyle advirtió, "que la crisis llegará en un instante”. Así, lo que
experimentaremos en primera instancia será el veloz derrumbamiento de los
sistemas financiero, bancario, inmobiliario, bursátil, productivo, comercial,
educacional, de salud, de la economía globalizada, de los seguros, como también
del empleo, de la previsión y las pensiones, del ahorro y la deuda, de los
transportes, de las comunicaciones, de la energía. Al mismo tiempo deberemos
apoyar un gobierno central y fuerte que posibilite la paz y el orden para
evitar la anarquía, la hambruna y que promueva la reconstrucción.
A nivel personal cada uno va a requerir un gran esfuerzo de sobrevivencia y
adaptación. Sin embargo el conocimiento privilegiado de lo que sobrevendrá
ayudará a una personal adecuación mental en la que una cierta planificación
será posible. Por ejemplo, no residir en la costa por los peligros de tsunamis;
procurar alejarse de las grandes ciudades e irse a vivir al campo; monetizar
los ahorros y endeudarse a largo plazo (las deudas serán incobrables y los
bienes bajarán de valor); no adquirir bienes innecesarios como autos, casas,
televisores, celulares, ni gastar en viajes de placer; tampoco casarse ni
embarazarse; acumular alimentos no perecibles. La cuestión será cómo sobrevivir
siendo útil y no una carga más. Una de las actividades más probables y
demandadas será la producción agropecuaria y su transporte a los centros
mayores de consumo. A falta de tractores, la necesidad de trabajo muscular será
muy grande. La propiedad de extensos predios no será sostenible. La ayuda del
trabajo animal y su crianza será importante. Contribuir a que sobrevivan
animales de corral será muy importante.
Después de tres años de caos un nuevo orden comenzará a
emerger y pertenecerá a una nueva era, lo que es un anuncio para estar
jubilosos. Será paradigmática y utópicamente una era en que el trabajo dejará
de seguir enriqueciendo a unos pocos mientras el trabajador se empobrece. La
naturaleza dejará de ser explotada más allá de su capacidad de regeneración. La
urbanización será inviable y se volverá a la ruralización. La industrialización
posibilitará al taller. La tecnología, que es extensión del ser humano, se desarrollará,
no según el interés del capital, sino de una vida más humana. La ciencia
buscará comprender mejor sus propios principios filosóficos, como qué son
realmente la materia, la energía, el tiempo, el espacio y se volverá a
considerar lo espiritual. La educación dejará de ser un trampolín para acceder
con mayor facilidad a aspiraciones materialistas, sino que será el medio para
la formación integral de la persona, incluida una enseñanza profesional que
busque el bienestar de la sociedad. El Estado dejará de depender del poder
económico y podrá actuar en favor del bien común según la voluntad de la
mayoría ciudadana. El individualismo capitalista dará paso a la cooperación. La
libertad no estará sujeta a trabas ni será inducida por la publicidad solo para
elegir lo ofrecido por el mercado, sino que surgirá de una deliberación
comprometida. Las creencias no dividirán la sociedad en religiones. La familia
volverá a ser importante para la persona. El progresismo, inculcado desde el
nacimiento, será reemplazado por un nuevo sentido de la vida. La sociedad
política no construirá un paraíso terrenal donde Dios esté ausente.
B. DE LA ERA CAPITALISTA A LA ERA
APOCALÍPTICA
Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930), el autor de Sherlock
Holmes, fue un conocido médium y participó en una sociedad de espiritistas
británicos y norteamericanos. Ordenó una profecía de consenso con el material
que había recibido de los otros mediums de dicha sociedad. Poco antes de su
muerte, escribió una carta, publicada el 20 de julio 1930, al London Sunday
Express que resumía entre otras conclusiones, "que la destrucción general y dislocación absoluta de
la vida civilizada estarán más allá de lo imaginable”. La causa sería una
destructora guerra y un evento cósmico tremendo.
Esta guerra será el final de nuestra era que comenzó poco
después de que la descreída pero bien intencionada Ilustración del siglo XVIII
había propuesto en contra del poder político establecido por un supuesto
derecho divino de los gobernantes: la democracia. Ésta se define como el
gobierno de la mayoría y se comenzó a plasmar a través de dos instancias
revolucionarias: la Independencia estadounidense (1776) y la Revolución
francesa (1789). Reconoce que los individuos poseen objetivos que le son
propios y que trascienden la sociedad y que el Estado tiene por función
resguardar los derechos de las personas para que puedan alcanzar dichos
objetivos. Es indudable que la democracia se sustenta en los anhelos
evangélicos de libertad, igualdad y fraternidad. Sin embargo, su humanista
desarrollo posterior ha sido completamente sofocado por la economía
capitalista, fundada, por el contrario, en tres perversiones: egoísmo, codicia
y abuso. El efecto del capital sobre la política es recíproco: el capital
coopta a los políticos, mientras la política, así secuestrada, asegura dicha
economía. Por ejemplo, el conglomerado
corporativo-financiero-político-monopólico-internacional norteamericano, controlado
por muy pocos multibillonarios (85 individuos acumulan tanta riqueza como los
3.570 millones de personas que forman la mitad más pobre de la población
mundial. Fuente: OxfamIntermon), coopta al gobierno norteamericano para
impulsar sus intereses en el mundo entero.
Entonces el problema de fondo es el capitalismo. Su
historia comenzó con un invento inocuo que terminó en un sistema inicuo. James
Watt (1736-1819) no pudo saber entonces que al mejorar la máquina de vapor de
Newcomen desencadenaba enormes fuerzas físicas y morales, políticas, sociales y
económicas, en la llamada Revolución industrial, nacida en las últimas décadas
del siglo XVIII. La máquina de vapor y, más tarde, el motor de explosión y la
turbina reemplazan el esfuerzo muscular de tanto hombres como animales y
funcionan con fácilmente accesibles combustibles provenientes de antiguos
organismos biológicos fosilizados en carbón, petróleo y gas natural. Había que
aprovechar la riqueza energética para crear riqueza material. Su combustión transforma
las riquezas naturales en bienes de consumo casi ilimitadamente, pero causa el
calentamiento global, enormes depósitos de basura, contaminación masiva de la
naturaleza y extinción de flora y fauna. Watt había abierto la naturaleza a la
codicia, y el capital requerido para explotarla produjo la burguesía, que, por
su parte, ideó la forma para acumular el capital aprovechándose de la
naturaleza. Pronto la burguesía puso una barrera jurídica a este impulso: la
propiedad del capital, lo que dividió la sociedad entre burgueses (o Estado
totalitario comunista) y proletarios, es decir, ricos que ponen su capital y
pobres que ponen su propio esfuerzo.
Podemos conjeturar que el contrahecho orden mundial
destinado a explotar el trabajo y la naturaleza por el capitalismo, tanto de
libre mercado o liberal como comunista, no puede subsistir. Al nacer se le
inoculó un germen autodestructivo y se basa en la necesidad de crecimiento
ilimitado. Para crecer el capitalismo necesita explotar al trabajo y la
naturaleza; al contrario del trabajo, la naturaleza es irremediablemente
finita. El capital es invertido en la naturaleza y es premiado con intereses y
beneficios mientras se va acumulando y también concentrándose en cifras
inimaginables. Mientras la remuneración del trabajador va paulatinamente
disminuyendo (hasta un límite, pues el trabajador es también consumidor), la
naturaleza se va agotando y sobre todo el petróleo, cuyo control permite
mantener este orden de crecimiento y poder. El orden capitalista mundial está
condenado a destruirse por su propio absurdo, lo cual no significa que
necesariamente termine en una colosal guerra.
Probablemente, el desencadenante de la guerra sea una
crisis del valor del dólar. Esta moneda es utilizada en el intercambio
internacional y como reserva en los distintos países. Pero el FED, un organismo
privado, la imprime con el solo respaldo de bonos del tesoro que recibe a
cambio y se la entrega al gobierno de EE.UU.: papel sobre papel respaldado por
solo confianza (el respaldo oro terminó con Nixon en 1972). Mientras este país,
basado en la creciente demanda mundial que sufre el dólar a causa del
incremento del comercio internacional y la necesidad de mantener reservas, se
ha ido endeudando en cifras astronómicas para sostener el consumismo del sueño
norteamericano y su poder militar. Para los monetaristas el dólar es solo una
mercancía; para mantener su valor debe ser demandado; para mantener la demanda,
la tasa de interés del crédito debe estar baja; al fin y al cabo, los multibillonarios
dueños del FED y que manejan la tasa de interés de los bonos del Tesoro, además
de banqueros son los dueños de las corporaciones multinacionales; se gana más
por la utilidades de las corporaciones
que por el interés de los bonos; el problema es que se ha llegado al tope de la
disminución del interés. El valor del dólar es sustentado además porque EE.UU.
negoció con las reaccionarias monarquías árabes que a cambio de protección
militar vendan su petróleo precisamente en dólares, en 1973. La guerra de Siria
debería comprenderse como otro intento norteamericano más de someter a los
países díscolos que piensan en otras monedas. Por otra parte existe actualmente
una notoria evidencia de una disminución de la actividad económica mundial y su
correspondiente comercio, lo que significa una menor demanda sobre el dólar.
Mientras tanto la conservación de la confianza global impide el desplome
financiero de EE.UU. Este país está forzado a actuar a cualquier costo para
mantener vigente el valor del dólar, incluyendo la acción desesperada de
iniciar la Tercera guerra mundial.
Ciertamente, el valor del dólar está ligado a la
actividad económica norteamericana. Buscando mejorar la competitividad de sus
empresas, EE.UU. está negociando tratados de libre comercio con el mundo
capitalista de libre mercado. Recién el 5 de octubre de 2015, doce países de la Cuenca del Pacífico firmaron el Acuerdo
Transpacífico de Cooperación Económica o, en inglés, Trans-Pacific Partnership,
conocido como TPP. Este acuerdo es considerado por EE.UU. como un tratado
complementario al TTIP, o Asociación Transatlántica para el Comercio y la
Inversión, que es un pacto similar que este país está negociando con la Unión
Europea. Un área de libre
comercio entre las dos regiones, donde éste sería el pivote, representaría
potencialmente el mayor acuerdo de libre comercio de la historia. El problema
es que tanto Rusia como China quedarían neutralizadas, aisladas y excluidas de
la economía globalizada, constituyéndose naturalmente en casus
belli.
Otra causa
para la guerra es el intento hegemónico del neoconsevadurismo estadounidense
que se sienten custodios designados por la historia del sistema internacional.
Cuando la Unión Soviética cayó, surgió un mundo unipolar dominado por una única
superpotencia sin oposición de ningún rival y con un alcance decisivo en todos
los rincones del globo. Este poder unipolar asombroso que la historia le ha
otorgado a Washington tiene que ser protegido a toda costa. La Doctrina
Wolfowitz afirma que el "primer objetivo" de la política exterior y
militar estadounidense es "evitar el resurgimiento de un nuevo rival, ya
sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otro lugar, que
represente una amenaza para el poder de acción unilateral de EE.UU., como el que
planteaba anteriormente la Unión Soviética". Esta es una
consideración dominante que subyace en la nueva estrategia de defensa regional
y que requiere que EE.UU. se esfuerce para evitar que cualquier potencia hostil
domine una región cuyos recursos, bajo un control consolidado, sean suficientes
para generar un poder global. Rusia no puede permitir que un califato
yihadista se establezca en una zona que comprende Siria e Irak, porque sería
una base para la exportación de la desestabilización a las zonas musulmanas de
la Federación Rusa. Sin embargo, los neoconservadores fanáticos, que han
controlado las administraciones Clinton, Bush, y Obama, están tan absortos en
su propia arrogancia que empujaron a su títere de Turquía a derribar un avión
ruso y derrocaron al gobierno elegido democráticamente en Ucrania que estaba en
buenos relaciones con Rusia, sustituyéndolo por un gobierno títere de Estados
Unidos. Con estos antecedentes, podemos entender que la situación de peligro
que enfrenta el mundo es el producto de la política arrogante de los
neoconservadores norteamericanos y sus ansias de hegemonía mundial. Los
neoconservadores de Estados Unidos re-escribieron la doctrina de guerra y
elevaron el rol de las armas nucleares, pasando de ejercer de fuerza de
represalia ante un posible ataque, a ejercer de primera fuerza de ataque
preventivo.
Puesto
que la OTAN (esencialmente los EE.UU.)
no tiene ninguna posibilidad de derrotar a Rusia en una guerra convencional, y
mucho menos derrotar a una alianza de Rusia y China, la guerra será nuclear.
Los espurios cimientos del orden mundial capitalista
están en el positivismo inglés, raquítico brote filosófico separado del gran
tronco metafísico occidental, a través de una seguidilla de pensadores que
restringen el saber humano a sólo lo que se conoce por los sentidos. Tomas
Hobbes (1588-1679) instaló el individualismo; John Locke (1723-1790) originó
las ideas de que la finalidad de los seres humanos es la felicidad terrena y
que la propiedad privada es un derecho natural inalienable ̶ por su parte, para justificar la propiedad
privada el francés J. J. Rousseau ironizó cuando escribió que alguien con un
mazo en la mano reclamó “esto es mío”, refiriéndose a algún terreno o alguna
vaca, y los demás consintieron; en realidad la propiedad como derecho
inalienable es más bien un privilegio socialmente inadmisible ̶ ; Adam Smith
(1723-1790) sostuvo que los individuos en el mercado, actuando según su propio
y egoísta interés ̶ una mano no tan
invisible ̶ consiguen el bienestar de
todos. Este listado culmina con Milton Friedman (1912-2006), que llevó a
ultranza la economía clásica de libre mercado de Adam Smith, y nunca sospechó
ni comprendió que este mercado premia al capital, que tiene gran demanda, y
castiga al trabajo, que tiene gran oferta; por su cuenta, Karl Marx (1818-1883)
frente al terrible empobrecimiento de los trabajadores en el régimen de libre
mercado inglés, propuso la lucha de clases para socializar los medios de
producción, con lo que se suprimiría a la burguesía y se llegaba al comunismo;
V. I. Lenin (1870-1924) entendió estúpidamente que la lucha de clases es el
asesinato de los burgueses, constituyéndose en el ejemplo a seguir por otros
dictadores comunistas posteriores.
Con el anzuelo de su independencia y la igualdad de
género, las mujeres fueron atraídas por el capitalismo a incorporarse a las
legiones de trabajadores para abaratarlo. El capitalismo condena a la gente a
la pobreza y crea unos ricos de fortunas inmorales. La mitad de la riqueza de
todo el mundo está en manos de apenas 1% de sus habitantes (Fuente:
OxfamIntermon, 2014). Es de la mayor ingenuidad del político creer que una
mayor remuneración del trabajo se obtiene por un mayor empleo, y éste por un
mayor progreso económico, que se logra por una mayor inversión de capital,
llegando a la política de dejar al capitalista tranquilo y libre de trabas
impositivas y normativas para atraer su inversión. La burguesía ha venerado a
los pensadores liberales como dioses.
El liberalismo,
cara de la moneda que tiene al reverso el capitalismo, es la ideología del
egoísmo,
la codicia, el privilegio y
de un individualismo que desvaloriza lo social y lo democrático. Para un no
creyente en el evangelio la inmortalidad se obtiene a través del poder y la
fama. En el campo del capital privado del capitalismo, se logra siendo rico; en
el campo del comunismo, se consigue ejerciendo el totalitario poder político.
Sin embargo, el liberalismo no responde a los hechos antropológicos, ya que la
naturaleza humana no se explica únicamente por el egoísmo, sino que también por
la solidaridad. Un ser humano, como todo
ser viviente, está efectivamente tras su propia supervivencia y reproducción,
pero, como homo sapiens, es una
criatura que ha evolucionado genéticamente a lo largo de centenas de miles de
años por el esfuerzo colectivo y comunitario, siendo su psicología social
principalmente cooperadora y solidaria, pues es una criatura que es tanto
indigente como providente. Además de homo
sapiens, el ser humano es un animal transcendente que proyecta intencionalmente su vida, más que a la pura
satisfacción de sus necesidades materiales, hacia la posibilidad de lo
transcendente, lo que lo hace un ser eminentemente moral, llamado a actuar con
bondad y justicia. (Ver http://unihum.blogspot.com).
El poder de la
burguesía es enorme y llega a elaborar ideologías que ensalzan el sistema
económico capitalista que difunden a través de casi todos los medios de
comunicación social, los que domina. Impone los mitos que todos llegamos a
aceptar como verdaderos: el crecimiento económico como finalidad de la acción
política, la autorrealización como propósito de la acción personal, el gozo
como objetivo de la existencia individual, el dinero como condición de la felicidad,
la participación en el mercado como la expresión de la libertad y la iniciativa
privada como su expresión máxima, mientras el gran capital se va apoderando del
mundo. La ética capitalista deshumaniza la sociedad al interponer el dinero
como principal vínculo en las relaciones humanas. Origina individuos egoístas
al enfatizar el lucro individual como motor y fin de la actividad humana.
Impone el valor de la competencia individualista a nuestra natural psicología
de cooperación social. Trastoca el carácter de creatividad y contribución del
trabajo por mera mercancía impersonal. Genera un consumismo y un exitismo
desenfrenado. Propone modelos para el deber ser que son estereotipos irreales e
irrealizables, provocando angustias generalizadas. Promete el Cielo en la
Tierra si se supera la creencia en la transcendencia. Lo que realmente ha
ocurrido es que, mediante una ideología persistente y poderosa que embelesa, el
capital necesita consumidores para sus productos (automóviles, vestuario,
artefactos, electrónica, turismo, etc.) para que su inversión rinda los frutos
proyectados. Ahora, con remuneraciones tan miserables los consumidores manejan
angustiantemente sus deudas.
Pues bien, este
podrido orden mundial está en vísperas de desaparecer en una terrible guerra
que coincidiría con un portento cósmico. Sin embargo, para este mismo futuro
los videntes profetizan también la Segunda Venida de Jesús y con él un nuevo
orden mundial de paz y amor que durará mil años. Es difícil concebir una
Segunda Venida, que es mencionada en el Nuevo Testamento 318 veces. De manera
estereotipada, muchos pintores imaginan a Jesús parado sobre una iluminada nube
y rodeado de ángeles tocando trompetas de triunfo, siguiendo a Mateo 24: 30-31.
Pero esta escena tan vívida sería espiritual. En los dos próximos capítulos
veremos estos acontecimientos
C. EN EL ESPÍRITU DE EL CAPITAL
DE MARX
Se trata de una
traducción desde la dialéctica materialista marxista a la termodinámica y la
relación causal. Ellose explica porque se ha preferido el lenguaje de la
ciencia que el de la dialéctica por representar más fielmente la realidad.
1. Definiciones
El capital es
energía acumulada y la energía es la capacidad para realizar trabajo útil. Está
representado por dinero, que está depositado usualmente en el banco. En una
economía sana el dinero está representado por oro y/o plata que mantiene el
banco central del Estado, que emite la moneda. Cuando esta entidad es privada,
su política es favorecer a sus dueños.
Un producto se
genera cuando se usa la energía acumulada en la compra de medios de producción,
trabajo, naturaleza, gestión y tecnología, que son los factores de producción.
Un producto es una
estructura de orden físico o intelectual confeccionado por trabajo, gestión,
tecnología y medios de producción a partir de material primas. Un producto es
funcional cuando satisface una necesidad de otros, por lo que lo hace
apetecible y social.
Desde que es
concebido como producto hasta que se torna en mercancía el proceso productivo
es la transformación que sufre un objeto a partir de la materia prima hasta que
es apto para ser consumido.
El valor de un
producto es la energía gastada en el proceso de producción.
El trabajo, que
puede ser muscular o mecánico e intelectual, es gasto de energía en el proceso
productivo.
El trabajo es
realizado por el individuo desposeído que se ofrece al capitalista-empleador
como empleado y que, a cambio de salario, no tiene otra cosa que ofrecer que su
esfuerzo, que es medido según capacidad y tiempo.
El valor del
salario lo determina el mercado.
La tecnología, que
persigue acortar los tiempos de producción y aumentar la eficiencia en las
etapas del proceso, es la aplicación de la ciencia a algún aspecto del proceso
productivo o a la concepción de un producto. Es usualmente una extensión del
cuerpo humano, ya sea en su funcionamiento mecánico, sensible o lógico, y busca
reemplazar el trabajo humano cuando es más eficiente y económico.
El producto se
transforma en mercadería cuando llega al mercado y se le agrega transporte,
bodegaje, mercadeo y publicidad. Algunas veces quien produce y comercializa es
el mismo individuo o empresa; otras veces son individuos o empresas distintos,
cada uno de los cuales con sus propios afanes de lucro.
El mercado es el lugar
físico o virtual donde concurre la mercadería con su valor de cambio o precio y
el comprador que busca satisfacer una necesidad. La transacción comercial se
realiza cuando el valor de uso para el comprador corresponde al valor de cambio
de la mercadería.
El valor de cambio
de una mercadería es la energía que el comprador está dispuesto a gastar e
incluye la energía en producirla y comerciarla más un suplemento de energía que
es la ganancia. El objetivo del productor es doble: recuperar la energía gastada
en el producto-mercadería y que su ganancia sea la máxima posible. Lo segundo
lo consigue a través de la disminución de los costos de producción, donde el
costo del trabajo es el más recurrido, el mercadeo, la publicidad, la
exclusividad, la mayor demanda del producto, etc.
Un punto central es
que en el capitalismo el capital es, más que propiedad personal, propiedad
privada de individuos, que son los capitalistas. Su propiedad es un derecho.
Este derecho no es ni natural ni inalienable como ellos intentan convencer,
sino que es positivo y es otorgado por el Estado. Una parte de sus costos de
producción es el impuesto a un Estado represor para la protección del capital y
de este derecho.
El Estado es la
entidad que gobierna la sociedad civil e históricamente surge cuando se
derrumba el poder divino del rey y su poder se laiciza ya en tiempos de
Machiavello. Tiene al monopolio del poder de las armas y no admite competencia
a su autoridad. Se rige por las leyes que formulan la mayoría de los representantes
de los ciudadanos; los capitalistas, ahora como plutocracia, se valen de su
enorme poder económico para controlar al Estado para que actúe según sus
intereses, en especial en la defensa de la propiedad privada.
Un capitalista
puede usar su capital en emprendimientos productivos que generen ganancias y se
le llama emprendedor, en adquirir bienes inmuebles para percibir su renta y se
le llama rentista, en prestarlo a cambio de un interés y se le llama
prestamista, que es propiamente la función de la banca.
Las clases sociales
se dividen según su rol en la economía capitalista, que son básicamente los
capitalistas o burgueses más su entorno y los trabajadores o proletarios.
Tradicionalmente
los partidos políticos se ubican en el espectro que va de la derecha a la
izquierda. La derecha se la reparte los conservadores y los liberales. Los
primeros son los rentistas y los prestamistas y persiguen un Estado fuerte que
proteja sus intereses. Los segundos son los emprendedores y buscan un Estado
débil que les permita el laissez-faire. El centro lo ocupan los pequeños
capitalistas que trabajan con su capital o lo han invertido para adquirir una
profesión. En la izquierda se ubican los trabajadores que por no tener capital
deben emplearse para obtener un salario.
2. El autodestructivo determinismo en la dinámica del capitalismo
El
capitalismo porta la semilla de su propia destrucción.
a) Crecimiento y naturaleza
El
capital en el capitalismo naturalmente crece, ya que, por una parte, el
capitalista no invertirá si no existe una ganancia garantizada y, por la otra,
no meterá su capital en el colchón. Parte del capital se invierte en explotar
la naturaleza para extraer sus riquezas, es decir, no hay emprendimiento
capitalista que en parte no explote los recursos naturales. Mientras el capital
crece exponencialmente aunque sea a una tasa mínima, la naturaleza es finita.
Un crecimiento sustentable es antagónico con el capitalismo, ya que no le es
suficientemente competitivo. Como se sabe, muchos recursos naturales ya han
sido agotados irreversiblemente y otros ya están en la lista de recursos en
vías de extinción. Así será con los recursos más escasos y demandados. El
colapso del capitalismo ocurrirá necesariamente cuando se agote un recurso de
vital importancia. Muchos apuntan a la energía, específicamente al petróleo,
asegurando que ya se pasó su peak de producción industrial. Paralelamente, la
naturaleza se ha visto crecientemente afectada por la basura y la
contaminación. El calentamiento global es una espada de Damocles pendiente en
cercenar toda la civilización mundial.
b) Acumulación y concentración de capital
Según
el párrafo anterior, la acumulación de capital ha sido exponencial. El
fenómeno, que es paralelo a la acumulación, es la concentración del capital a
causa de la competencia que existe en el mercado o la forma de evadirla. Según el
informe de Oxfam publicado en enero de 2018 el 82 % de la riqueza generada el
año 2017 fue acaparada por el 1 % más rico de la población mundial, mientras
que los 3.700 millones de personas que componen la mitad más pobre del mundo no
vieron aumentar su riqueza. La riqueza de los más ricos ha aumentado en un
promedio anual de 13 % desde 2010, que es seis veces más rápido que los
salarios de los trabajadores ordinarios, que han aumentado en un promedio anual
de sólo 2 %. El número de multimillonarios aumentó a un ritmo sin precedentes
de uno cada dos días entre marzo de 2016 y marzo de 2017. Adicionalmente, datos
de Credit Suisse revelan que 42 personas poseen en 2017 la misma riqueza que la
mitad más pobre de la humanidad. Estas tendencias se explican por el
crecimiento natural del capitalismo.
c) Brecha social e injusticia
Evidentemente,
la brecha entre los más ricos y los más pobres del planeta dentro del sistema
capitalista aumenta paralela al crecimiento económico. La causa estructural es
que en mismo mercado la demanda por capital es siempre creciente, mientras que
también lo es la oferta de trabajo, generando este injusto desequilibrio. Otra
causa es que tras la mayor competitividad y una mayor ganancia el capitalista o
la empresa invierte en tecnología para disminuir trabajo o racionalizar el
trabajo y así reducir costos de producción. Además, instigada por el movimiento
feminista, entre otras causas, la incorporación de la mujer a la masa laboral
ha tenido como consecuencia inmediata la drástica disminución de los salarios
promedios. De esta manera, en vez de ser de beneficio para toda la sociedad, el
capitalismo es un sistema que sirve para favorecer exclusivamente a los
capitalistas. Así, el capitalismo ha provocado una injusticia social similar a
la del Imperio romano, cuando más de la mitad de los habitantes eran esclavos.
En ambos casos las elites han sido tan autocomplacientes como autorreferentes.
d) Alienación del trabajador
La alienación es inherente al capitalismo. Marx consideraba
que el trabajador, desde el punto de vista capitalista, no es una persona en sí
misma, sino una mercancía, llamada fuerza de trabajo, que puede representarse equivalentemente
como dinero. El trabajador es una determinada cantidad de dinero utilizable,
como mano de obra, para la multiplicación del mismo. El capitalista compra con
dinero el trabajo de los demás y los trabajadores cambian la fuerza de trabajo,
que es su mercancía, por la mercancía del capitalista, que es el salario. La
fuerza de trabajo para el trabajador es su actividad vital que le asegura los
medios necesarios para subsistir. El trabajador es libre de cambiar de
capitalista, pero no puede desprenderse de la clase de los capitalistas, a
quienes se ha alquilado. El trabajador no recoge el verdadero valor de lo que
produce y esta explotación lo priva además de sus herramientas artesanales. La
alienación surge cuando el producto del trabajo del trabajador, en lugar de
satisfacer sus necesidades, se vuelve algo ajeno y cobra una existencia
totalmente independiente del mismo que fue quien lo produjo. Además, el
trabajador ignora usualmente lo que está produciendo. Una vez que ese producto
cobra su independencia, se genera el trabajo alienado, a través del cual el
hombre se vuelve esclavo cada vez más y más de las cosas que produce. Mientras
más produce y mayor es su actividad, el trabajador tendrá menos, su vida ya no
le pertenecerá a él, sino al objeto, el que cobra vida propia y se opone al
trabajador de forma autónoma. Su agobiada vida transcurre entre angustia y
depresión que lo incapacita y recurre a la droga y el alcohol en forma
creciente.
e) Robotización
Sólo
imaginan la robotización de la producción quienes no tienen el más leve
conocimiento de que la economía es regida por el capitalismo. La robotización
forma parte de la tendencia de recurrir a la tecnología para reemplazar el
trabajo humano. En contra de esta tendencia surgió ya entre los años 1811 y
1816 el “ludismo”, que fue un movimiento que protestaba contra las nuevas
máquinas que destruían el empleo. La realidad es que el crecimiento económico
depende en gran medida de la masa asalariada que lo gasta casi en su totalidad
en productos industriales. Una reducción, por no decir abolición, de los
salarios haría decrecer la economía. El desempleo tiene un efecto negativo
sobre la economía, no sólo porque se resta trabajo a su actividad, sino que la
energía representada por el salario deja de fluir hacia los productores.
Persiguiendo la competitividad, el capitalista no ceja en introducir más
tecnología que reemplace trabajo humano.
f) Burbujas financieras
Las
burbujas financieras ocurren cuando la emisión monetaria supera la masa monetaria
necesaria requerida por la actividad comercial y la capacidad de ahorro. El
excedente monetario es inflacionario y se dirige a ciertos activos financieros
o económicos que sufren una inflación llamada burbuja. En la actualidad, en
EE.UU., el FED, que es su banco central y que es privado, ha seguido una
política, llamada “flexibilización monetaria”. Se supuso que inyectando mayor
financiamiento a la economía, se podía reactivarla. El efecto fue crear tanto
gigantescas burbujas como opulentos millonarios y acortar distancias para un
grandioso colapso económico.
g) Deuda impagable
El
sistema crediticio, que ha permitido acceder a bienes de consumo a la mayoría
de la población, tiene como efecto haber consumido los productos antes de haber
repuesto la energía gastada en producirlos. El sistema crediticio se beneficia,
ya que gana por los intereses de sus préstamos, pero tiene un efecto
destructivo si la codicia de la banca sobrepasa la capacidad de pago de
intereses de los deudores, como ha sido patente en la pasada crisis económica
de los “subprimes” y que se está
apuntando como la causa de la gran crisis financiera y económica que se
avecina.
D. LAS PECULIARIDADES DE LA ECONOMÍA DE LOS ESTADOS UNIDOS
Existen
características particulares en la economía de los Estados Unidos que probaron
ser fortalezas para construir un gran imperio. Sin embargo, por abusar
despiadadamente del poder imperial éstas se ha tornado en debilidades que han
producido su decadencia y, ahora último, su desintegración y que arrastrará al
mundo al colapso del capitalismo. La mala semilla ha fructificado y ha
condenado irremediablemente al imperio.
1. Introducción
El contexto
político estadounidense puede describirse como una poderosísima plutocracia
que, como un ávido parásito, se ha desarrollado subrepticiamente al amparo de
una democracia en forma como su respetable y creíble fachada según sus
intereses de mayor poder y riqueza. Se la designa como el “gobierno en la
sombra”, en el sentido que no se sabe quiénes ni cómo la dirigen. Éste se vale
del llamado “estado profundo” para implementar su política económica a nivel
mundial. El estado profundo es una burocracia autónoma del poder soberano del
pueblo y su dirección no es responsable ante las autoridades electas. Sus
agencias más conspicuas son la CIA y la NSA, en el ámbito internacional, y el
FBI, en el ámbito nacional. La CIA dirige además otra decena de agencias
menores. El Pentágono también participa con un costoso poder militar y su brazo
armado se extiende a 700 bases militares repartidas en el mundo entero y 10
flotas aeronavales, llevando a cabo una decena de conflictos armados
simultáneamente y mostrando ostentosamente sus músculos. Además mantiene un
exagerado arsenal nuclear capaz de destruir la biósfera varias veces. Las
agencias de inteligencia están dedicadas a la inteligencia global y a
desarrollar operaciones encubiertas al margen de la ley y destinadas a
controlar los otros gobiernos del mundo, ya sea a través de las elecciones o el
cambio de régimen. El propósito es que las corporaciones, incluida la banca,
que el gobierno profundo posee, puedan explotar los recursos extranjeros con el
mayor beneficio posible, proteger sus inversiones y facilitar la venta de sus
productos. Como un sirviente, el aparataje del Estado republicano es funcional
al estado profundo a través del chantaje, la corrupción, el soborno e incluso
la ideología. El CFR (Council on Foreign Relations) agrupa ideológicamente a
los altos servidores de estas agencias. Ellos son intercambiables con los
ejecutivos de las corporaciones y los altos servidores públicos. Todos adhieren
a las ideas de hegemonía global, unipolarismo y al mito del destino manifiesto de
EE.UU. El acicate son puestos muy bien remunerados si desempeñan las tareas
ordenadas, las que normalmente son antipatrióticas y reñidas con el bien común
y el estado de derecho. Los principales medios de comunicación, que son los del
“main stream media” (MSM), son de propiedad de unas seis corporaciones, que
comulgan con el establishment y propalan las noticias que les manipula la CIA,
manteniendo adormecido e ignorante de la realidad al público en general y a
nosotros en particular.
2. El Dólar
La Conferencia de
Bretton Woods, llevada a cabo en Julio de 1944 y que reunió a delegados de 44
naciones aliadas, estableció un sistema monetario internacional basado en el
dólar, la moneda estadounidense, que era respaldado por oro a razón de US$35
por onza de oro.
A principios de la
década de 1970, a causa de la estanflación, el acuerdo de Bretton Woods se
había derrumbado. El 15 de agosto de 1971, en el llamado Nixon shock, EE.UU.
terminó unilateralmente la convertibilidad del dólar al oro, dejando que el
dólar flotara libremente entre las otras monedas fiat. El presidente Nixon y su Secretario de Estado, Henry
Kissinger, sabían que la destrucción del patrón oro para el dólar causaría una
disminución en su demanda global artificial. Mantener esta demanda era vital
para que EE.UU. continuara expandiendo su gasto en bienestar y guerra. Requería
que esta demanda se sustituyera por algún otro mecanismo. De 1971 y 1973, en
una serie de reuniones Kissinger y la familia real saudita llegaron a un
acuerdo. Según éste, EE.UU. ofrecía protección militar a los campos petroleros
de Arabia Saudita, accedía a proporcionar a los saudíes armas y a garantizar la
protección de Israel.
Para 1975, todas las naciones productoras de petróleo de
la OPEP habían acordado fijar el precio de su petróleo en dólares y mantener
sus excedentes de petróleo en títulos de deuda del gobierno de EE.UU. Desde entonces el petróleo de la OPEP se cotiza en
dólares estadounidenses, denominados petrodólares. Un petrodólar es un
dólar estadounidense que recibe un productor de petróleo a cambio de vender
petróleo y que luego se deposita en bancos occidentales. La demanda mundial artificial de dólares
estadounidenses no sólo se mantendría intacta, sino que se dispararía debido a
la creciente demanda de petróleo en todo el mundo.
Desde la
perspectiva del imperio, este nuevo sistema de dólares por petróleo era mucho más
preferible que el anterior sistema de dólares por oro, ya que sus requisitos
económicos eran mucho menos estrictos. Sin las restricciones impuestas por un
estándar de oro rígido, la base monetaria de los EE.UU. podría crecer a tasas
exponenciales. El dólar se convertía en la moneda de reserva nacional y de
intercambio internacional. Para obtener dólares muchos países optaron por
desarrollar una estrategia orientada a la exportación con los Estados Unidos
con el fin de intercambiar sus bienes y servicios por dólares estadounidenses
que necesitan para comprar petróleo en los mercados mundiales. En esencia, EE.UU.
recibe un doble préstamo de cada transacción petrolera global. En primer lugar,
se exige a los consumidores de petróleo que compren petróleo en dólares. Los
beneficios excesivos de las naciones productoras de petróleo se colocan en
títulos de deuda pública de EE.EE. mantenidos en bancos occidentales. El
sistema petrodólar proporciona al menos tres beneficios inmediatos a los
Estados Unidos. Aumenta la demanda mundial de dólares. Aumenta la demanda
mundial de títulos de deuda estadounidenses. Le da a los Estados Unidos la
capacidad de comprar petróleo con una moneda que puede imprimir a voluntad.
Después de que los Estados
Unidos y sus ciudadanos hubieran gozado de este gigantesco privilegio
monetario, que les permitía una vida excesiva a expensas de otras naciones, no
hubo vuelta atrás. A pesar de la presión ejercida por países extranjeros para
proteger el valor del dólar frenando el gasto excesivo del gobierno, Washington
mostró pocas restricciones fiscales y continuó viviendo por encima de sus
posibilidades. Era obvio para todos que EE.UU. carecía de la disciplina fiscal
básica necesaria para evitar la destrucción de su propia moneda. No obstante,
EE.UU. persiste en defender que el petróleo se transe en su moneda y ha
emprendido destructivas y costosas guerras contra países productores de
petróleo (Irak, Libia, Siria, etc.) que han osado pensar en otra política.
Sin embargo, la
amenaza proviene ahora del petroyuan chino, siendo China el mayor importador de
petróleo del mundo. Además, China puede deshacerse de sus reservas en bonos del
tesoro estadounidense si prosigue la estúpida guerra comercial iniciada por
Trump. En la actualidad lo único que mantiene el valor del dólar es la
confianza que aún se le tiene.
3. El Fed
El Sistema de la
Reserva Federal, el Fed, es el banco central de los Estados Unidos. Fue
establecido por el presidente Woodrow Wilson, quien firmó la Ley de la Reserva
Federal en ley el 23 de diciembre de 1913. Tiene tres funciones principales: debe
proporcionar y mantener un sistema de pagos eficaz, supervisar y regular las
operaciones bancarias y llevar a cabo la política monetaria.
Lo notable es que
el Fed es un banco privado y no estatal, por lo que obedece a los intereses de
sus propietarios, que conforman una plutocracia, y no a los de la nación. Diez
bancos controlan las doce sucursales del Fed:
N.M. Rothschild de Londres, Rothschild Bank de Berlín, Warburg Bank de
Hamburgo, Warburg Bank de Amsterdam, Lehman Brothers de Nueva York, Lazard
Brothers de París, Kuhn Loeb Bank de Nueva York, Israel Moses Seif Bank de
Italia, Goldman Sachs de Nueva York y JP Morgan Chase Bank de Nueva York. Asimismo, William Rockefeller, Paul Warburg,
Jacob Schiff (ligado a Kuhn Loeb) y James Stillman (miembro de Citigroup)
poseen grandes acciones de la Reserva Federal. Además de varios trillones en
derivativos, estos diez bancos poseen los activos de las más importantes
corporaciones transnacionales y las controlan. También por corrupción y
chantaje ellos manejan el CFR, el estado profundo, el Pentágono, el gobierno,
el congreso y el poder judicial.
La ley de 1913 le
dio al Fed el poder sobre el suministro de dinero y la determinación de las
tasas de interés. Por extensión el Fed tiene poder sobre la economía. El Fed tiene
el control de la oferta de dinero a través de su poder para crear crédito con
tasas de interés y requisitos de reserva, añadiéndolos electrónicamente a las
cuentas de los agentes de bonos de los bancos del sistema. Los bancos que
reciben los créditos los utilizan como reservas y su monto lo prestan varias
veces debido a la magia del encaje fraccionario. Cuando el gobierno necesita
dinero, el Tesoro de los Estados Unidos emite bonos y los entrega a agentes de
bonos independientes, que los subastan al Fed. Entonces el Fed crea un crédito
en la cuenta del Tesoro de los Estados Unidos, es decir, el Fed simplemente
crea un crédito, generando dinero de la nada. Los bonos del gobierno incluyen
el interés que fija el mismo Fed y que el gobierno le debe pagar anualmente con
los impuestos que recauda mientras no los cancele, mientras los bancos dueños
del Fed se enriquecen colosal y fácilmente con esta simple recaudación de
intereses.
En lugar de que la
crisis financiera de 2008 siguiera su curso recesivo y de quiebras, el Fed, bajo
Ben Bernanke, prefirió implementar una política monetaria no convencional,
llamada “relajación cuantitativa” o QE (quantitative easing), por sus siglas en
inglés, que es una compra de activos a gran escala con el fin de estimular la
economía, aumentar la liquidez y reforzar las condiciones del mercado
financiero. Consiste en que el Fed redujo en muy poco tiempo las tasas de
interés del 5,25 por ciento al 0 y 0,25
por ciento y compró activos como valores públicos u otros valores del mercado respaldados
por hipotecas y valores del Tesoro, en el rango de cientos de miles de millones
de dólares, aumentando la oferta monetaria al inundar las instituciones
financieras con capital en un esfuerzo por promover el aumento de los préstamos
y la liquidez. Los bancos se fortalecieron. Sin embargo, tal como un terremoto
se produce periódicamente cuando las tensiones de las placas se hacen
irresistibles, el QE sólo logró postergar el inevitable sismo, que después será
muchísimo mayor. Entre 2008 y 2015, los activos totales según el balance
general de la Reserva Federal aumentaron de 900.000 millones de dólares a 4,5
billones de dólares. Juntos, la banca central europea, el Banco de Inglaterra,
el Banco de Japón y la Reserva Federal han acumulado balances de más de 14
billones de dólares. Los efectos de esta emisión inorgánica han sido el aumento
de la especulación financiera, la creación de burbujas financieras, el aumento
de los valores accionarios, la disminución en la confianza internacional en el
dólar, pero el capital creado de la nada no ha impulsado el crecimiento económico.
Ahora el Fed está
intentando revertir su expansiva política que no ha conducido al crecimiento,
pero su “quatitative tightening” de aumentar las tasas de interés está
colisionando con la política de Trump de facilitar el financiamiento a las
corporaciones.
4. La deuda
Por 1950 los bancos
comenzaron a otorgar, además de créditos hipotecarios, créditos de consumo a la
clase trabajadora. Pronto ésta podía adquirir, sin haber ahorrado previamente,
viviendas, automóviles, electrodomésticos, etc. El sistema crediticio permitió
formar una gran clase media afluente y generó el “American way of life”. Los
intereses recaudados enriqueció la banca y la industria se expandió. Sin
embargo, la energía que se gastaba en el consumo de estos productos era
obtenido del futuro en forma de deuda.
Hasta 1990 los
Estados Unidos era el principal acreedor del mundo, ahora es su principal
deudor. Al 30 de abril de 2018, la deuda pública ascendía a 15,3 billones de
dólares y la intragubernamental a 5,7 billones de dólares, para un total o
"Deuda Nacional" de 21 billones de dólares (105% del PGB) y se estima
que se duplicará por 2028. La deuda total sube anualmente en alrededor de 1
billón de dólares. Desde luego, ella es una deuda imposible de pagar y los
ingresos por impuestos escasamente cubren el pago de intereses. Las causas de
los déficits y la deuda son directamente la consecuencia de financiar guerras
en el Medio Oriente sin aumentar los impuestos para pagarlas (según Trump, en
las guerras de Medio Oriente se han gastado inútilmente 7 billones de dólares),
el aumento de la seguridad nacional y otros costos de defensa fuera de la
guerra (se está investigando la desaparición de 21 billones de dólares del
Pentágono), los recortes masivos de impuestos para las empresas y los
inversionistas desde 2001, el crecimiento económico en dos tercios de lo normal
en la última década, generando menos ingresos fiscales, la escalada de los
costos de los programas de salud del gobierno debido a la escalada de precios
en el sector de la salud, y ningún crecimiento de los salarios reales para el
80 por ciento de la fuerza laboral, lo que resulta en el aumento de los costos
de los cupones de alimentos, Seguridad de Ingreso Suplementario, y otros
beneficios.
5. La corporatocracia
La
“corporatocracia” es un término reciente utilizado para referirse a un sistema
económico y político controlado por corporaciones o intereses corporativos. Las
corporaciones transnacionales causan estragos en los sistemas financieros,
económicos, sociales y ecológicos en una colonización progresiva de la vida
pública en la que sólo 147 organizaciones controlan ahora el 40 por ciento del
comercio mundial. Las 200 principales corporaciones son más grandes que las
economías combinadas de 182 países y tienen el doble de influencia económica
que el 80% de toda la humanidad.
El origen de las
corporaciones estadounidenses fueron los magnates industriales del siglo XIX.
Algunos de los más famosos fueron: John Jacob Astor (bienes raíces, pieles),
Andrew Carnegie (acero), Jay Gould (ferrocarriles), J. P. Morgan (finanzas,
consolidación industrial), William Randolph Hearst (magnate de los medios de
comunicación), John D. Rockefeller (Standard Oil), Cornelius Vanderbilt
(transporte marítimo, ferrocarriles).
Se arguye que la
causa de la desigualdad de ingresos es el resultado del auge de la corporativización.
Se caracteriza por organizaciones y bancos semimonopólicos, grandes
confederaciones de empleadores, que a menudo actúan con instituciones estatales
cómplices de manera que desalientan (o bloquean) el funcionamiento natural de
una economía libre. Los principales efectos de la corporativización son la
consolidación del poder económico y la riqueza. El crecimiento relativo de los
ingresos y la riqueza está ocurriendo entre los grandes empresarios descritos
como súper-elites, peces gordos corporativos y traficantes de ruedas
financieros y que ganan US$2 millones o más cada año. Las tasas efectivas de
impuestos corporativos de los Estados Unidos también han caído
significativamente y no han seguido el ritmo del crecimiento de los beneficios.
Otro indicio del aumento del poder de las empresas fue la eliminación de las
restricciones a su capacidad de recompra de acciones corporativas. También la
concentración de corporaciones aumenta su influencia sobre el gobierno, como el
poder de imponer la desregulación. Son peligrosas para la democracia por su
capacidad de influir y, a menudo, de infiltrarse en los gobiernos y su
capacidad de actuar como una auténtica clase social internacional para defender
sus intereses comerciales contra el bien común. Es este poder de toma de
decisiones, así durante los últimos 30 años, lo que ha dado lugar a cambios en
las constituciones nacionales y en la legislación nacional e internacional, lo
que ha creado el ambiente para el crimen corporativo y la impunidad. Asimismo las corporaciones tienen una influencia significativa en las
regulaciones y en los reguladores que las monitorean.
Confesiones de un sicario económico, escrito por John Perkins, 2004, proporciona su
relato de su carrera con una firma consultora de ingeniería. Su papel fue
convencer a los líderes de países subdesarrollados para que aceptaran préstamos
de desarrollo sustanciales para grandes proyectos de construcción e ingeniería
que ayudarían principalmente a las familias más ricas y a las élites locales,
más que a los pobres, mientras se aseguraban de que estos proyectos fueran
contratados con compañías estadounidenses. Más tarde, estos préstamos le darían
a los EE.UU. influencia política y acceso a los recursos naturales para las
empresas de EE.UU.
El complejo
militar-industrial es una alianza informal entre el Pentágono y la industria de
defensa que lo abastece; en conjunto su interés común influye en la política
pública. Un factor impulsor detrás de esta relación entre el gobierno y las
corporaciones con mentalidad defensiva es que ambas partes se benefician, una
de ellas de la obtención de armas de guerra y la otra de que se les pague por
suministrarlas. El término ganó popularidad después de su uso en el discurso de
despedida del Presidente Dwight D. Eisenhower el 17 de enero de 1961, quien advirtió
que los Estados Unidos debe "protegerse contra la adquisición de
influencia injustificada... por parte del complejo militar-industrial".
Este complejo incluye a miembros del Congreso, de distritos dependientes de las
industrias militares, el Departamento de Defensa, junto con los servicios
militares y contratistas militares privados. En 2011, Estados Unidos gastó más
en su ejército que las 13 naciones siguientes juntas. Los 9 mayores
contratistas de defensa son Lockheed
Martin Corporation, la Compañía Boeing, la Compañía Raytheon, General Dynamics
Corporation, Northrop Grumman Corporation, United Technologies Corporation, L-3
Comunicaciones y BAE Systems. Ellos conforman un poderoso lobby para inducir al
país a sostener guerras y, bajo el supuesto que las industrias de armas proveen
empleo y ventas, el presidente Trump se ha tornado en su principal agente de
ventas. Por ejemplo, si el promedio de bombas arrojadas durante el gobierno de
Bush fue de 21 bombas al día y el de Obama, 25 bombas diarias, con Trump el
promedio ha subido a 121 bombas arrojadas diariamente por las fuerzas armadas
de EE.UU.
El neoliberalismo ha
sido la idea para promover el comercio y la inversión global en un intento de
encontrar siempre recursos más baratos, para maximizar los beneficios y la
eficiencia de las corporaciones. La globalización es la interdependencia de los
países como resultado de la creciente integración del comercio internacional y
las inversiones. Considerando que el capital, la tecnología y las mercaderías
pueden desplazarse por el mundo, al trabajo no le está permitido, por lo que la
globalización permite a las empresas acceder a mano de obra a precios más baratos.
Con el pretexto de que era mejor que EE.UU. se convirtiera de país productor a
uno que ofrecería servicios, las corporaciones comenzaron, a partir de la
década de 1990, a inducir al gobierno para flexibilizar la política de
inversión y a tercerizar su producción en países con costos laborales e
inmobiliarios mucho más bajos. Los resultados han sido nefastos para el empleo
en EE.UU. Aunque las cifras oficiales indican un desempleo del 4%, están ocultando
un gran desempleo. Según Pew Research Center, en enero de 2017 el número total
de empleados fue del 59,2% de la fuerza de trabajo, mientras 35,2% no quería
trabajar. El resto, aunque buscaba trabajo, no lo conseguía. Por otra parte, el
número en el programa de asistencia alimenticia (Food stamps) ha subido de 18
millones, en el año 2000, a 45 millones, en el año 2015.
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